
Un hilo invisible une a Home Depot con el Mundial de fútbol 2026. Se trata de un magnate de 82 años: Arthur M. Blank, fundador y dueño de la cadena de materiales de construcción y artículos del hogar más grande del mundo. La compañía tiene locales en Estados Unidos, México y Canadá, los tres países que serán anfitriones del mayor evento deportivo del mundo.
El empresario y filántropo Blank es el artífice de que esto sea posible. ¿Qué es esto? El ambicioso centro de entrenamiento donde ahora mismo nos encontramos. Ubicado en la zona agreste de Fayetteville, en las afueras de la ciudad de Atlanta, estado de Georgia, este inmenso campo verde todavía se encuentra en construcción. Por eso todos los periodistas, obreros, ingenieros y funcionarios de la Federación de Fútbol de EEUU usamos cascos y chalecos amarillos, pese al pegajoso calor sureño.
Blank donó 50 millones de dólares para materializar este Centro Nacional de Entrenamiento de Fútbol, alias soccer en EEUU. El lugar, por lo tanto, llevará su nombre. El centro Arthur M. Blank ocupará una superficie de 81 hectáreas, con 17 canchas de fútbol: 11 al aire libre y pasto natural, más de 9.300 metros cuadrados de espacios interiores para entrenar bajo techo. Las instalaciones incluirán vestuarios, salas de reuniones, zonas para periodistas y lugar para los 400 empleados permanentes de la federación estadounidense de fútbol.
El primer partido del Mundial se jugará el 11 de junio del 2026. A menos de un año para el debut, los responsables de la obra cuentan con un deadline inquietante. El centro tiene que estar listo para marzo del año próximo. Pese a la presión, los responsables se tienen confianza.
"Esperemos que no haya ningún desastre climático. Pero para la primavera del 26 estará listo", asegura ante El Observador USA David Wright, director comercial de la Federación de Fútbol de EEUU. Wright lo dice bajo una carpa con los colores patrios azul, blanco y rojo que nos protege del crudo sol del mediodía.
"Este lugar será el corazón para el deporte en este país. Será un ámbito para el crecimiento del juego a cada nivel, desde el desarrollo de los jugadores jóvenes, entrenadores y selecciones. Es un cambio absoluto para nuestro deporte porque aquí centralizaremos la preparación y el entrenamiento. Hasta ahora no contábamos con eso", destaca el funcionario de la selección estadounidense.
Los 50 millones de dólares donados por Blank representaron un "increíble kick start", agradece Wright, pero además Coca-Cola, Nike y Bank of America fueron aportantes clave. Al igual que Home Depot, Coca-Cola también nació en Atlanta. La ciudad de Georgia todavía cuenta con la base central y un museo que cuenta la historia de la gaseosa. El 8 de mayo de 1886, el Dr. John Pemberton sirvió la primera Coca-Cola al público en la Farmacia Jacobs de la ciudad.
El riesgo de la sobre-inversión y los elefantes blancos en EEUU
"Cuando concluya el Mundial, el centro de entrenamiento continuará activo", promete Wright ante este medio. ¿Existen riesgos de que la apuesta se convierta en un elefante blanco, una vez terminada la excitación del Mundial 2026? ¿EEUU puede repetir los errores de sobre-inversión de otros países?
Abundan ejemplos históricos al respecto: obras ambiciosas para el Mundial de Brasil en 2014 y los Juegos Olímpicos de Río de Janiero en 2016, como los miles de millones destinados al estadio Arena da Amazonia en Manaos. En los Juegos de Atenas 2004, en los Mundiales de Sudáfrica 2010 y Rusia 2018 se dieron errores de cálculo similares.
"Estamos muy atentos y esta obra fue una visión que comenzó hace muchos años. Evaluamos 12 mercados diferentes, aprendimos de muchos otros que han construido centros de entrenamiento nacionales. Pero más importante que eso, miramos al mercado local. El fútbol en los Estados Unidos está explotando y creciendo día a día. La demanda aumentará", responde el director comercial de la Federación de Fútbol de EEUU.
En el downtown de Atlanta, desde el piso 19 de un edificio moderno y con vista a gran parte de la ciudad, Dan Corso coincide con Wright. Corso es el CEO del Consejo Deportivo de Atlanta y presidente del Comité Anfitrión del Mundial 2026.
Atlanta es la capital y la ciudad más extensa y poblada del estado de Georgia. Aquí se realizaron los recordados Juegos Olímpicos de 1996. "Ya organizamos las Olimpíadas, finales de Super Bowl y, ahora, un Mundial de fútbol. Era lo que nos faltaba", se enorgullece Corso ante El Observador USA. El Mundial de Estados Unidos 1994 no incluyó a Atlanta como sede.
"Siempre hay un riesgo de sobre-invertir. Pero nuestra historia muestra que encontramos un retorno en grandes eventos deportivos como este", explica Corso. Y revela que el estado de Georgia proyecta ganar 500 millones de dólares durante el mes del Mundial. "Dependerá de qué selecciones jueguen aquí. Eso lo comunicará la FIFA en diciembre. Si nos tocan los equipos más convocantes, los ingresos podrían ser superiores. Me encantaría que sea Argentina", comenta este experimentado ejecutivo.
Según estimaciones de la FIFA y la Organización Mundial de Comercio (OMC), el evento podría generar hasta 47.600 millones de dólares en producción económica, con un impacto directo de 26.800 millones de dólares en el Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense y la creación de aproximadamente 290.000 empleos .
Apuesta millonaria en obras para el Mundial
A un año del Mundial, en EEUU abundan las inversiones atadas a ese inmenso evento global. En las afueras del estadio de Atlanta, el Mercedes Benz Stadium, se desarrolla una de las apuestas más ambiciosas. Se trata del Centennial Yards, un proyecto de 5.000 millones de dólares en el centro de la ciudad. La obra está en pleno proceso de construcción sobre las antiguas vías ferroviarias "Gulch", con espacios residenciales, de entretenimiento y comerciales proyectados que esperan ser inagurados antes del Mundial de 2026.
En la capital de Georgia, donde casi el 12% de los habitantes tiene origen latino, se disputarán 8 partidos de la copa del 2026. ¿El match más importante? Una de las dos semifinales del Mundial. "Tuvimos a la selección de Lionel Messi en la Copa América y fue fantástico. Si puedes hacer algo para que vuelvan en el Mundial, por favor hazlo", bromea Corso ante este medio.
El estadio Mercedes-Benz de Atlanta es el único cubierto de los 12 donde se desarrolla la Copa Mundial de Clubes por estos días. Aquí habitualmente juega el Atlanta United. ¿Quién es el dueño del club? El poderoso empresario y filántropo Arthur M. Blank, el mismo que donó 50 millones de dólares para fundar el centro de entrenamiento para el fútbol de EEUU.
“Nuestro club fue fundado recién en 2017. Empezamos con gran éxito. Ganamos la Copa de MLS en 2018, ganamos la Copa de Estados Unidos en 2019, y ahora estamos creciendo significativamente", explica Dimitrios Efstathiou, vicepresidente de Estrategia de fútbol de Atlanta United. Lo dice desde el moderno centro de entrenamiento del club, ubicado en las afueras de Atlanta y a unos 30 kilómetros del estadio Mercedes Benz.
Se trata de un terreno de 33 hectáreas que cuenta con un edificio de casi 3.000 metros cuadrados y seis canchas de fútbol, incluyendo tres de césped natural.
"Estamos en medio de una inversión de casi un 24 millones de dólares para expandir nuestra instalación. Para el Mundial del 2026 hemos sido designados como Team Base Camp número 1, lo que significa que estamos en el nivel de élite de bases disponibles dentro del Mundial", se jacta el directivo del club.
La FIFA estableció una lista de "Team Base Camps". Se trata de alojamientos e instalaciones de entrenamiento que servirán como base principal para los equipos durante la fase de grupos. Lugares para que las selecciones entrenen y concentren durante el la copa.
Tras el sorteo de los grupos del Mundial, previsto para diciembre de 2025, los seleccionados presentarán sus preferencias. Atlanta es una de las sedes más codiciadas.
"Recién sabremos en enero del 2026 qué país vendrá. Pero el que sea contará dos canchas de tamaño completo, gimnasio de último modelo, cuarto de conferencia de prensa, espacio de trabajo y entrenamiento. Será de un nivel elite”, asegura Efstathiou ante este medio.
Respecto al estadio del Atlanta, con capacidad para casi 75.000 personas, la competición internacional también forzó algunos cambios. Por exigencia de la FIFA, el pasto de la cancha Mercedes Benz pasó de artificial a natural. Se trata de una importante modificiación. Fue una de las condiciones que impuso la Conmebol y la FIFA a los campos de la MLS, habituados al color oscuro del cesped sintético.
Pasión de inmigrantes latinos por el "soccer"
En la nueva hierva del campo de Atlanta, Messi acaba de hacer un golazo de tiro libre para que el Inter de Miami le gane 2 a 1 al Porto de Portugal. No fue un gol más de Messi. Sirvió para que Inter se convierta en el primer club en la historia de la MLS en derrotar a un equipo europeo en una competición oficial.
"Trabajar con la FIFA fue una experiencia tremenda para nosotros. Es algo tratar con una organización global que ha hecho los mayores eventos de deportes del mundo", admite Dietmar Exler, el impecablemente trajeado CEO del estadio Mercedes Benz de Atlanta. "Estamos aprendiendo juntos para darles a nuestros fans la mejor experiencia posible y a los equipos el mejor ambiente para jugar el Mundial en nuestro campo", agrega.
Cuando la FIFA confirmó que el Mundial de 1994 se iba a realizar en Estados Unidos, el país no contaba con una liga local de fútbol. En 1984 había dejado de existir la llamada North American Soccer League (NASL). Ese torneo contó con figuras como el brasileño Pelé.
La MLS recién empezaría en 1996. Desde ese momento a la fecha, la oleada de inmigrantes latinos funcionó como insumo humano de la pasión futbolera. La inmigración creciente impulsó al fútbol en el país. En 1996, la población hispana en el país era de 27 millones, contra los 65 millones de la actualidad.
"En el área de Atlanta tenemos unas 6,5 millones de personas. Alrededor de un millón de ellas vinieron de otras partes del mundo a la región, y el mayor porcentaje, unos 70-80%, son latinos", relata el CEO del estadio de la ciudad. "Si vienen de Sudamérica, Centroamérica, Caribe, en cualquier lugar de esa área, se criaron con el fútbol. Su pasión es el fútbol. Y vemos que tenemos un muy alto porcentaje de fans latinos del Atlanta United. Son los que traen la pasión y la emoción a los fan clubs”, analiza el ejecutivo Exler.
En Florida, con partidos programados en Miami Gardens y Orlando, casi un tercio de la población tiene origen latino. En California, casi el 40%. En New Jersey, más del 21%. En los estados de Georgia, Carolina del Norte y Washington DC, más de un 10% es hispano, según el último censo de EEUU.
El Mundial del año próximo contará con ese respaldo y el de miles de visitantes. ¿Buenas noticias para la administración Trump? Sí, siempre y cuando los turistas futboleros no tengan planes de seguir de largo en el país. "Queremos que vengan. Queremos que celebren. Queremos que vean el partido. Pero cuando se acabe el tiempo, tendrán que irse a casa. De lo contrario, tendrán que hablar con la secretaria Noem", advirtió el vicepresidente JD Vance. Se refería a la implacable secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem.
El impacto de Messi en la MLS y en el Mundial
La liga estadounidense es la más diversa del mundo en cuanto a los orígenes de sus jugadores, con más de 80 países representados. La llegada de Lionel Messi al Inter de Miami en 2023 multiplicó la visibilidad de la liga y le dio un salto de escala al negocio del fútbol en EEUU. Potenció el efecto de antecedentes como el de los jugadores Olivier Giroud, David Beckham y Zlatan Ibrahimovic.
Sin embargo, la MLS también quiere apostar al talento joven y no sólo a las estrellas en retirada. La edad promedio de los jugadores incorporados por la liga es de 24 años.
Desde la mudanza de Messi a Miami, los partidos de la MLS son transmitidos en más de 100 países. La asociación con Apple globalizó la liga, apostando por una audiencia sub-40, más familiarizada con plataformas de streaming que con la televisión convencional.
La MLS sigue buscando maneras de expandir su influencia, con la Leagues Cup como ejemplo. Esta competencia, que enfrenta a equipos de la MLS y de la Liga MX de México, apuntó a crecer sobre el universo de 42 millones de mexicanos que viven en EEUU.
"Messi está en el tope de su juego, es icónico dentro y fuera del campo, obviamente ha tenido un gran impacto en Inter-Miami y en MLS en general", afirma Wright. El director comercial de la Federación de Fútbol de EEUU agrega ante El Observador USA que el ídolo argentino "además justifica por qué más y más jugadores top vienen a la MLS. Él está ayudando a pavimentar el camino para el próximo Messi y el crecimiento de los fans en EEUU".
Noticia rastreada 12 de julio 2025 - 18:00 CET @bostero.dev