
Son horas de tranquilidad mezclada con ansiedad en el hotel Sheraton Buenos Aires Greenville, donde jugadores, directivos y una comitiva de hinchas de Peñarol esperan a las 21:30 para el comienzo del partido contra Racing en Avellaneda, por la vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores.
Cerca de las 14:00, los jugadores pasaron por la recepción principal del hotel y se fueron a sus habitaciones. Uno de los guardias de seguridad dejó a un par de hinchas sacarse fotos con los futbolistas, pero luego advirtió: "De ahora en más les pido por favor, no más fotos ni videos".
Distintos hinchas que están en el lobby destacaron la "humildad" y la cercanía de todos los jugadores y de Diego Aguirre, que fue el último en subir a las habitaciones luego de quedarse hablando con algunos directivos.
Uno de ellos era Rodolfo Catino, exvicepresidente y actual secretario general de Peñarol, quien afirmó a Referí que estas horas previas al partido se viven con "ansiedad". "A las 6:30 de la mañana me tuve que levantar porque no podía dormir más, pero bueno, nos pasa a todos los manyas", expresó.
"Es una mezcla de calma y ansiedad, porque es un partido muy importante para nosotros pero tratamos de tener la mayor concentración posible. A medida que se va acercando el partido crece la ansiedad, pero es lo normal", dijo por su parte el consejero Marcelo Solomita, quien valoró que Peñarol tiene un plantel "experiente" para enfrentar este tipo de partidos.
Ni Catino ni Solomita escucharon los fuegos artificiales que se lanzaron cerca del hotel pasadas las 3:00 de la madrugada, lanzados por hinchas de Racing para intentar evitar el descanso del plantel carbonero. Para ambos es "normal" que se intenten este tipo de estrategias, y Solomita agregó que se puede tomar como una "motivación" de cara al partido.
El que sí se despertó por la pirotecnia fue el consejero Jorge Niremberg, quien de todas formas valoró que los jugadores con los que conversó sí pudieron dormir, y agregó que tendrán unas horas de "siesta" previas al encuentro.
Desde Peñarol entienden que los hinchas de Racing no vulneraron la seguridad del barrio privado en el que está el hotel, ubicado en la localidad de Hudson, una de las localidades más al este del área metropolitana de Buenos Aires: según Catino, los hinchas de Racing se ubicaron fuera del perímetro del barrio y desde allí lanzaron los fuegos artificiales.
Un partido "pasado por agua": las dudas por la lluvia en Buenos Aires
Otro de los temas de discusión en las horas previas al partido es la lluvia, que comenzó en la madrugada y que no se prevé que pare durante todo el martes. Niremberg dijo antes de las 14:00 que, hasta lo que sabían los directivos, el césped del Cilindro de Avellaneda estaba "bien", pero aclaró que la situación podía empeorar con el pasar de las horas.
Hasta las primeras horas de la tarde los directivos carboneros no habían tenido casi ninguna comunicación con sus pares de Racing para conocer el estado de la cancha, a pesar de que algunos hinchas y dirigentes ya comentaban la posibilidad de que "se suspenda" el partido si la lluvia continúa.
Niremberg explicó que la suspensión solo podría ocurrir si hay una tormenta eléctrica, o si antes del partido el árbitro no logra picar la pelota en el campo de juego.
Catino, por otro lado, dijo entre risas que espera un partido "húmedo, mojado, pasado por agua", con un campo de juego "pesado", algo que entiende "puede llegar a favorecer" a Peñarol.
"Salvo que haya tormenta o la cancha esté inundada no se debe suspender", reiteró el secretario, quien de todas formas entiende que "si se suspende, será para los dos el problema, porque los dos equipos estamos preparados para jugar hoy".
Noticia rastreada 19 de agosto 2025 - 20:17 CET @bostero.dev