
El clásico entre Nacional y Peñarol por la final del Torneo Intermedio, que el carbonero se llevó por penales, tuvo a la pirotecnia como una de sus principales protagonistas, con varios incidentes que pusieron en duda la continuidad del partido disputado en el Estadio Centenario.
Los incidentes comenzaron en la previa del encuentro, cuando una bomba de estruendo lanzada desde la tribuna Colombes, donde estaba ubicada la hinchada de Nacional, cayó en el área en la que estaba haciendo los ejercicios previos al partido Luis Mejía, arquero del propio equipo tricolor.
A los pocos minutos del comienzo del partido una bengala lanzada desde la tribuna de Nacional cayó en la bancada de prensa del Centenario, ubicada en la tribuna América. La pirotecnia impactó a un funcionario policial que trabajaba en el lugar, que debió ser derivado a un centro de salud para ser atendido.

Minutos después, dos bengalas cayeron en el área que da a la Colombes, que en el primer tiempo fue defendida por Peñarol y cayeron cerca del arquero Martín Campaña.
También en el primer tiempo, una bomba de estruendo cayó en el área cercana a la tribuna Amsterdam, de la hinchada de Peñarol, en ese momento custodiada por Mejía.
Tras el final de los 90 minutos de tiempo regular, con el partido empatado 0-0, el comienzo del alargue de la final estuvo en duda luego de que la hinchada de Nacional volviera a lanzar pirotecnia cerca del área de la Colombes, nuevamente defendida por Campaña.
Tras una discusión al borde de la cancha, las autoridades policiales a cargo del operativo del clásico autorizaron al árbitro Esteban Ostojich a continuar el encuentro.
A los lanzamientos de pirotecnia se suma que las barras de ambos equipos mostraron banderas robadas a sus rivales durante todo el encuentro.


Noticia rastreada 6 de julio 2025 - 01:02 CET @bostero.dev