
El entrenador de Peñarol, Diego Aguirre, vivió un partido muy especial en el Campeón del Siglo ante Rosario Central por la Copa Libertadores. Metió al manya en octavos de final después de 13 años. Cantó a coro con la hinchada. Recibió el cántico que la gente solo reserva para ciertos entrenadores. Y hasta habló de los sueños que siguen para su equipo.
"Nos habíamos puesto dos objetivos para este primer semestre del año: ganar el Apertura y pasar la fase de grupos de la Copa Libertadores. Pudimos concretar estas dos cosas y fue una primera parte del año muy buena. Estoy feliz, creo que lo que los jugadores han dado me llena de orgullo porque dieron la vida, se entregaron, se prepararon y merecidamente lograron las cosas. Las cosas no son de casualidad, enfrentamos al último campeón argentino (de 2023). Estos mismos jugadores ganaron el torneo en el país campeón del mundo y están los mismos jugadores. Tiene mucho mérito al rival que eliminamos y habla muy bien de nuestro equipo, de nuestros jugadores. No podemos no mencionar lo que era el rival y hoy lo dejamos afuera", comenzó diciendo Aguirre en conferencia de prensa.
"No salió el partido que soñé, me imaginaba que íbamos a ganar, era nuestro objetivo por más que nos servía el empate. No me imaginaba todo un partido aguantando un resultado, fue durísimo porque así son los partidos de Copa y más los de eliminación porque hoy era una final y creo que jugamos como una final", agregó.
Peñarol le ganó 2-0 a Rosario Central como local y terminó segundo en el grupo G detrás de Atlético Mineiro, clasificándose a los octavos de final de la Copa Libertadores, instancia a la que no concurría desde 2011 cuando Aguirre era el entrenador.
"El partido era muy diferente al de Atlético Mineiro, porque juegan muy distinto, plantean diferentes cosas, no fue para nada lo mismo. Hubo cosas que hicimos distintas, planificamos cosas que salieron a partir de la entrega de los jugadores, del convencimiento. En partidos como los de hoy lo táctico queda de lado porque había mucho en juego, había que tener un control emocional muy importante y el grupo mostró madurez, se había hablado mucho por lo que pasó en Rosario, pero no existía más que eso y así lo jugamos".
El jueves pasado, tras la victoria ante Progreso por la 14ª fecha del Torneo Apertura, Aguirre soltó una frase que la prensa interpretó como irónica y dijo que "en Peñarol no hay lesionados", cuando estaban en sanidad y no venían jugando Guillermo De Amores, Camilo Mayada, Javier Méndez, Leonardo Sequeira, Javier Cabrera y Maximiliano Silvera.
Aguirre mandó a la cancha como titulares a Méndez, Sequeira y Silvera y en el segundo tiempo puso a Cabrera y Mayada. Solo De Amores sigue en recuperación.
"No había lesionados, no me creyeron, no vi que nadie creyera en esa posibilidad, pensaron que estaba escondiendo y les dije lo que pensaba, que iban a estar todos, porque este partido no se lo quería perder nadie, los vi notables a Maxi, Leo Sequeira, Cabrera cuando entró, Méndez que fue un león. También Gastón (Ramítez), todos con los que podía haber una duda, hicieron un partidazo".
Diego Aguirre y lo que se viene en Copa Libertadores
"Pasamos la fase, los sueños a veces no los controlás, soñás no más. Seguramente algo lindo me puedo imaginar o llegar a soñar, pero falta bastante para que continúe la Copa, hay que ver cómo estamos en agosto cuando tengamos que jugar de nuevo un partido eliminatorio, pero seguramente vamos a estar bien", expresó.
Consultado sobre la posibilidad de que siga en Peñarol Leonardo Fernández cuyo préstamo vence el 30 de junio, la Fiera respondió: "En este momento lo estoy disfrutando a Leo Fernández, no quiero responder esa pregunta, mañana estará en la práctica y después veremos".
"Cumplimos los dos objetivos, ganamos las dos cosas que nos propusimos, fue un semestre espectacular", declaró pasando por alto la eliminación en semifinales de la Copa AUF Uruguay contra Montevideo City Torque y también al hecho de haber perdido los dos clásicos del verano y de empatar el del Torneo Apertura como local.
Sobre el giro que dio el partido en el segundo tiempo, cuando Rosario Central pasó a dominar, Aguirre comentó: "El mérito fue del rival, por supuesto, tiene muy buenos jugadores, es un equipo con jerarquía, con tremendos jugadores, es normal cuando vas ganador replegarte un poco, pero el partido estaba controlado, tuvimos la fatalidad del empate que generó un momento de tensión porque quedamos a un gol de quedar afuera de todo, pero el equipo respondió, los jugadores se entregaron, fue impresionante cómo fueron a cada pelota, con mucha responsabilidad y era más una sensación de temor ante alguna situación porque no recuerdo a Central con una jugada clara de gol y eso habla muy bien del equipo".
La Fiera destacó el "comportamiento" del hincha de Peñarol
"Para mí fue un comportamiento ejemplar de la gente de Peñarol, de la organización, de la seguridad y todo eso que se hablaba de que era una guerra este partido era más cosa periodística, los partidos no son ninguna guerra, son una fiesta y así tiene que ser siempre", concluyó.
Aguirre tuvo una noche mágica. A los 91 minutos, con el partido 2-1 se puso a cantar con la hinchada "y dale alegría, alegría a mi corazón/la Copa Libertadores es mi obsesión". Dos minutos después, los hinchas le tributaron un "olé, olé, olé, olé, Diego, Diego". Un ida y vuelta reservado solo para hombres especiales en Peñarol.