
Ernesto Javier Chevantón, el exdelantero de la selección uruguaya, mostró su impactante estado físico a sus 44 años y su dura rutina de entrenamiento en un gimnasio.

Radicado en Italia, donde es ídolo de Lecce, uno de los equipos que defendió, el exfutbolista que tuvo que terminar su carrera muy joven en 2014 por una serie de lesiones, entrena a full en un gimnasio de combate.

Así se lo pudo ver en un video en el que se lo ve haciendo guantes junto a un sparring en un ring.
El Cheva hace kickboxing y boxeo, además de la correspondiente rutina para movilidad y fuerza con pesas.
Goleador en la selección uruguaya juvenil, el dolor de no ir al Mundial con la mayor y el nivel de Paolo y Recoba
Javier comenzó bien de niño en los distintos procesos de las selecciones de Uruguay. “Empecé con 14 años en la sub 15 y no paré hasta llegar a la mayor. (Víctor) Púa era el técnico. Cuando pasé a la sub 17 que fuimos al Sudamericano, ya me di cuenta la importancia que tenía jugar con la celeste. Luego con la sub 20 fui el goleador uruguayo en el Sudamericano de 1999 con cuatro goles, clasificamos al Mundial de Nigeria (también fue el goleador uruguayo con cuatro tantos) y ahí te dabas cuenta que empezaba a ser algo más serio”, dijo al contar su historia a Referí en 2024.
En aquel Sudamericano de Argentina, hizo mucha amistad con dos compañeros de la selección: Martín Ligüera y Carlos Bueno.
Javier dice: “Me hice amigo con Ligüera, y con Carlitos Bueno que era como mi hermano. Para que te hagas una idea, cuando estábamos en la sub 20 con Ligüera nos prometimos que si uno de los dos, no hubiese llegado a jugar en el fútbol importante y el otro sí, el que triunfara le regalaba una casa al otro. Después tuvimos la suerte de jugar en el fútbol de elite los dos”.

Allí también jugó en ambos torneos con Diego Forlán, quien daba sus primeros pasos en la selección de Uruguay.
Y habla de cómo era Víctor Púa como técnico. “Era muy exigente. Éramos pibes y a veces no queríamos ni ir a la selección, debido justamente a esa exigencia. Pero de todos los que pasaron por él en mi generación sub 20, todos o casi todos jugamos en Europa o en México o en Argentina”.
Con Púa también, fue a la Copa América 2001, con una selección alternativa, que terminó tercera. Brasil también fue con un equipo B y Argentina ni concurrió. Todo por temas de seguridad.
“Había problemas con la guerrilla, pero para nosotros vestir la camiseta uruguaya era lo máximo que nos podía pasar”, explica.
Chevantón también disputó tres Eliminatorias diferentes para otras tantas Copas del Mundo, pero no pudo ir a ninguna. Para el Mundial de Japón y Corea 2002, jugó el partido de ida del Repechaje ante Australia, pero no el de vuelta, cuando Uruguay clasificó con un gol de Darío Silva y dos del Chengue Richard Morales.
“La única espina que me quedó es no haber ido a un Mundial con la selección. Jugué tres Eliminatorias, pero nunca pude ir. Púa no me dio la posibilidad. Me dolió bastante porque era de los pocos que jugaba de titular en Europa. Con el tiempo, jugué las Eliminatorias para Alemania 2006, y no clasificamos, y para Sudáfrica 2010, jugué contra Argentina. Pero luego me lesioné la rodilla y le dije al Maestro (Óscar Tabárez) que no podía y dejé las ganas de jugar de lado, puse delante a la selección. Después vinieron los extraterrestres estos de (Edinson) Cavani, (Luis) Suárez y Forlán, y ya era imposible poder jugar. Entre los tres, construyeron la historia de los últimos 15 años de la selección”.
Noticia rastreada 2 de julio 2025 - 17:15 CET @bostero.dev