
Fría y distante. Apática. Inexpresiva y deslucida. La selección uruguaya se transformó en los últimos 11 meses, después de la Copa América de Estados Unidos, en una triste manifestación de un equipo de fútbol que apagó las luces que dejaron encendidas Diego Forlán, Luis Suárez y Edinson Cavani, y enfriaron aquella hermosa comunión que se había instalado entre los futbolistas y los hinchas.
Hoy juega Uruguay ante Venezuela por la fecha 16 de las Eliminatorias y esta selección de Marcelo Bielsa, que tiene estadísticas negativas como nunca se registraron en la historia de la celeste, dejó de contagiar la alegría de verlos otra vez en acción.
Es real que el formato de disputa de las Eliminatorias para el Mundial del próximo año no ayuda.
Clasifican seis de 10, el séptimo va a un repechaje y la clasificación de Uruguay no corre riesgos por encima de que la crisis futbolística lo hundió en la tabla hasta dejarlo a tres puntos de Venezuela, el séptimo actualmente y el que peleará en un repechaje para estar en 2026.

También es real que Bielsa, quien decidió forzar la salida de los cracks a su llegada al Complejo de la AUF, para encender con su brillo una nueva antorcha, con una generación que prometía subir un escalón la gestión de la celeste, por ahora se quedó corto. Se quedó corto después de aquel gran comienzo en el segundo semestre 2023 (triunfos ante Argentina y Brasil y expresiones futbolísticas increíbles), cambiando aquel inicio por estos días en los que cada actuación de Uruguay ensombrece a la anterior y multiplica la falta de interés del hincha, porque desde la cancha el equipo del entrenador argentino no devuelve nada.
Desde hace un año la selección uruguaya ingresó en una crisis futbolística de la que no consigue salir.
La dura realidad de la selección: Bielsa, de las noches de fútbol gourmet a especialista en autocrítica
Desde setiembre de 2024, Bielsa se lució más en las conferencias de prensa, con profundas autocríticas y análisis de lo mal que está jugando la selección que con las expresiones que sus equipos demostraron dentro del campo de juego.

Por un lado, habla de capacidad para asumir errores, pero por otro una incapacidad para resolver los problemas.
En cada doble fecha desde setiembre del año pasado, la actual es la quinta, el discurso recorrió el mismo camino.
Así quedó escrito:
Esto dijo el 7 de setiembre de 2024 tras el empate 0-0 con Paraguay: “Considerando el tiempo que llevo trabajando en la selección, debería estar en condiciones de encontrar sustituciones para cualquier ausencia que se produzca, por lo cual, la actuación no fue lucida, el partido tampoco lo fue”.
Repitió conceptos similares en octubre y en noviembre, mientras el hincha esperaba la reacción de los jugadores o los cambios del entrenador.
El 25 de marzo pasado volvió con su discurso: “Quédese como respuesta, que resume todo lo que pienso, le digo que tengo a mi disposición una estructura como la que me provee el director deportivo (Jorge Giordano) canalizando los recursos disponibles, un grupo de jugadores, una logística y todo ese conglomerado, aparte de tanto tiempo que ya llevo trabajando, con la ayuda del fútbol local que cede sus jugadores, todo eso ameritaba una realidad mejor que la que indica la tabla hoy”.
Finalmente, el pasado jueves, después de la derrota ante Paraguay, volvió a repetir lo mismo: “Se van sumando partidos y se repite una constante que es que no generamos peligro. El gran déficit del momento que venimos arrastrando desde hace bastante tiene que ver con que tenemos la pelota y no creamos situaciones de gol. Por un lado me siento responsable de la situación del equipo porque si el problema es la falta de generación de jugadas de gol y mi posición frente a ese problema fue, desde que lo vi, proponer soluciones y cuando uno propone soluciones y tiene futbolistas que en sus clubes desequilibran y cuando en la agrupación de esos jugadores no logro el objetivo, no tengo ninguna otra opción que reconocer mi ineficacia en ese sentido”.
Entre el discurso de Bielsa y la realidad no existe punto de contacto
Entonces, ingreso en el análisis de lo que ocurre: hace 11 meses, el 6 de julio, con aquel empate 0-0 con Brasil en cuartos de final de la Copa América 2024, que la selección uruguaya se hundió en su historia más amarga.
Desde entonces la estadística se encargó de exponer al plantel que dirige Bielsa en los registros más negativos. Esto es:
Solo algunos registros, que no se acercan a estos (siete partidos sin goles en una racha de 12 encuentros en 1979, y otra en 1997) o los seis en los que no convirtió en 12 jugados con Tabárez en el camino al Mundial de Sudáfrica 2010, entre el 14 de octubre de 2008 y 14 de noviembre de 2009, ofrecen los números negativos, pero que no se acercan al registro actual de Bielsa.
Bielsa podrá decir que la estadística fría solo establece números, pero la realidad devuelve un panorama aún más crítico y que no tiene explicación porque, fecha tras fecha, desde que Uruguay se sumergió en esta crisis, el entrenador no fue capaz de buscarle un giro al juego de la selección y utiliza los mismos futbolistas (salvo ausencias por lesión o suspensión).
El entrenador insiste en el problema en la culminación del juego y mirá este detalle, de lo que hizo con los tres futbolistas de ataque en los últimos 12 partidos. Así comenzó jugando:
En los dos partidos que Pellistri fue suplente ingresó para jugar todo el segundo tiempo.
Las alternativas para el centro del ataque fueron además de los nombres que se leen en este cuadro: Miguel Merentiel, 45 minutos ante Venezuela y Agustín Álvarez Martínez en los últimos cuatro minutos del último partido ante Paraguay.
En el extremo izquierdo solo confía en Araújo.
Para el partido de hoy ante Venezuela volverá a repetir la formación ofensiva y trabajó con un equipo en el que solo proyecta un cambio, el regreso de Rodrigo Bentancur al mediocampo, tras la suspensión, y el regreso de Nández al lateral derecho, lugar del que nunca debió salir.
Este es el probable equipo para hoy, en un partido que necesita con urgencia encontrar respuestas positivas, goles y un triunfo: Santiago Mele, Nahitan Nández, Ronald Araujo, Josema Giménez, Mathías Olivera; Rodrigo Bentancur, Manuel Ugarte, Giorgian de Arrascaeta; Facundo Pellistri, Rodrigo Aguirre y Maximiliano Araújo.
Noticia rastreada 9 de junio 2025 - 03:00 CET @bostero.dev