
El expresidente de la República, José "Pepe" Mujica, quien falleció este martes 13 de mayo a sus 89 años, dejó una huella en su vínculo con el fútbol, como hincha de Cerro, y fue protagonista de uno de los hechos que marcaron los últimos años del deporte mundial cuando tras la expulsión de Luis Suárez en el Mundial de Brasil 2014 y la eliminación de la selección uruguaya, recibió a la delegación y dijo a Cámara Celeste de Sergio Gorzy que "en la FIFA son una manga de viejos hijos de puta".
Las palabras de Mujica fueron pronunciadas en su calidad de presidente de la República, cuando estaba esperando en el aeropuerto internacional de Carrasco la llegada del plantel de Uruguay tras la eliminación en octavos de final contra Colombia.
El insulto que propinó a FIFA dio la vuelta al mundo y se instaló en las portadas de la mayoría de portales de noticias.
Varios medios evitaron citar textualmente la primera parte de las durísimas expresiones del presidente con los dirigentes de FIFA, y abordaron las publicaciones con el concepto de que la medida fue "fascista", como declaró.
Durante la llegada de la delegación a Montevideo, Mujica era seguido por el periodista a medida que saludaba a los futbolistas. Luego de ser consultado sobre cómo vivía el arribo de los celestes y de sus expresiones sobre los dirigentes de FIFA, apuntó sobre la sanción a Suárez: “Lo podían haber sancionado, pero no con sanciones fascistas”.
Por aquellos días, el pueblo uruguayo estaba conmovido por la decisión de FIFA de aplicar una durísima sanción a Suárez, tras morder a Giorgio Chiellini, que acabó con el Pistolero expulsado de Brasil. Unos días después, Uruguay salió del Mundial en la ronda de los 16 mejores del torneo.
Esto fue lo que dijo el presidente en el arribo de la delegación:
Bajo su presidencia, Uruguay participó en dos Mundiales, en el cuarto puesto de Sudáfrica 2010 y el de Brasil 2014.
Previo a viajar a Brasil, el 5 de junio de 2014, Mujica le entregó el Pabellón Nacional a Diego Lugano para llevarlo al Mundial y, en medio del griterío de Centenario, el presidente le dijo al capitán: “Pa'la barra, Diego”, y se estrecharon en un abrazo.

Ese día, pocos se percataron del detalle que el presidente rompió el protocolo y cuando se empezó a entonar el himno de Eslovenia, Mujica se retiraba pero detuvo su marcha para saludar particularmente a Egidio Arévalo Ríos al que le extendió la mano y abrazo en medio de risas. Enseguida le dio la mano a Diego Godín y se encontró con Diego Forlán, que lo seguía en la fila, para tomarle la cara con las dos manos y darle una cachetada afectuosa. Todo entre risas y mientras los jugadores de Eslovenia cantaban el himno.
El último contacto que tuvo con un futbolista y que se hizo público ocurrió en noviembre del año pasado, cuando Lucas Torreira, actualmente en el fútbol de Turquía, viajó a Fray Bentos y especialmente para reunirse con Mujica a quien visitó en su chacra y le llevó un regalo muy especial, la camiseta número 34 del Galatasaray.
Noticia rastreada 13 de mayo 2025 - 00:30 CET @bostero.dev